EL PILAR DE LA BONDAD

La bondad perfecciona a la persona, es saber dar y darse sin temor, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean. La bondad es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter. Esta es la muestra máxima de la plenitud en el ser humano y que debe ser fomentada, al mismo tiempo fortalecida desde pequeños. Este valor conlleva etapas que permiten madurar en la personalidad: * Preocuparse por el prójimo: Podemos decir que nuestro actuar debe ir acompañado de un verdadero deseo de servir, evitando hacer las cosas para quedar bien, ni mucho menos para que se hable bien de nosotros. Porque; los buenos se distinguen por su fuerte personalidad, la cual se traduce en inagotables dosis de energía y optimismo, y se refleja en su cálida sonrisa y los sentimientos de confianza, cariño y respeto que infunden a su alrededor. * Perdonar: Una persona que perdona puede recuperarse del daño que sufrió. Está dispuesta a dar una oportunidad de cambio a quien se lo hizo y construir una vida nueva y creativa. La venganza, el rencor y el odio son sentimientos que pueden albergarse en nuestro corazón si no perdonamos. También es importante desarrollar la capacidad de perdonar cuando se intenta resolver conflictos. * Empatía: La empatía es la capacidad de sentir y comprender los sentimientos, es ponerse en el lugar de otra persona y conectarse con ella para responder adecuadamente a las necesidades del otro, a compartir sus sentimientos e ideas, de tal manera que se logra que el otro se sienta muy bien con él. * Caridad: La caridad es la virtud reina que debe gobernar en la vida de toda persona. La caridad es el distintivo de la auténtica persona bondadosa. Sin caridad no hay virtudes verdaderas. La caridad es el centro, la esencia y la perfección de cualquier vida enfocada al bien, ya que en la práctica de la caridad se condensan todas las enseñanzas para hacer el bien. Es ayudar a las personas necesitadas. * Donación: La donación es el acto que consiste en brindar un bien o servicio de forma voluntaria y sin esperar premio ni recompensa alguna, especialmente cuando se trata de algo de valor. Busca responder a las necesidades. * Gratitud: Es el sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor y podría decirse que, de manera inconsciente, por lo que la gratitud es dar las “gracias” con una sonrisa y el corazón en las manos, porque a través de ella sabemos que somos queridos por los demás y estamos aprendiendo a querer igual o mejor a como nos sentimos queridos. Cuando estamos agradecidos, sentimos una sensación de paz con nosotros mismos y los demás querrán estar más cerca de nosotros.

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